Las bandejas sensoriales tienen relación directa con la cesta de los tesoros usada en el primer ciclo de educación infantil.
La cesta de los tesoros es una cesta (como su propio nombre indica) en la que se incluyen diferentes objetos de la vida cotidiana de diferentes materiales para que el niño o la niña experimenten con la textura, el olor y (a menudo) el sabor de dichos materiales. Es una actividad que requiere de acompañamiento del adulto, al igual que todos los juegos en esta etapa de la educación, pero sobre todo, requiere de una preparación del material. Antes de ofrecer la cesta al niño o a la niña, debemos revisar que todos los materiales que le ofrezcamos sean seguros, y no solo a nivel toxicológico, sino también en relación a su medida. Dado que muchos de estos objetos acabarán en la boca del niño o niña, debemos tener en cuenta las medidas para evitar o reducir el riesgo de atragantamiento. Uno de los test que podemos hacer a los objetos es el «test del tubo de cartón»:
- Cogeremos un tubo de cartón de papel higiénico e intentaremos introducir el objeto en él: si el objeto pasa por el tubo, no es apto para ofrecerlo; si el objeto no pasa por el tubo, puede ofrecerse sin problema.
¿Podéis encontrar los elementos de esta «cesta de los tesoros» de invierno que no pasarían el «test del tubo de cartón»?
En las cestas de los tesoros se suelen incluir objetos como cucharas de madera, cucharas de metal, cepillos, esponjas, pinceles, pelotas sensoriales, botellas sensoriales, aros y botones gigantes, etc. También podemos ofrecerles, con mucha supervisión, algún objeto de cristal para que note su textura, su temperatura, el tacto, etc. Los botes de cristal grueso pueden ser una buena opción pero repito, CON MUCHA SUPERVISIÓN.
El objetivo de esta actividad es que el niño tenga acceso a materiales diferentes y los pueda tocar y experimentar. Podemos jugar con ellos poniendo palabras a lo que siente: «Está frío el metal de la cuchara, ¿verdad?», «¡Uy! ¡Cómo pinchan las cerdas de este cepillo para zapatos!», «¡Qué suave es este pincel! ¿Te hace cosquillas en la palma de la mano?».
Los niños probarán su tacto, su temperatura, su sonido e incluso su sabor, ya que los bebés usan su boca para «explorar» los materiales, ya que es el sitio en el que disponen de más terminaciones nerviosas.
Las bandejas sensoriales también tienen esa función, pero con otro tipo de materiales: buscamos la fluidez del material, el ver cómo pasa de un lado a otro, como cae. Por eso en las bandejas incluiremos todo tipo de recipientes, para que los niños y niñas puedan hacer trasvases de un bote a otro y puedan ver y sentir el movimiento del material con el que estemos jugando.
Un saludo,
Bins of Beans 